MUESTRAS DE ECUADOR

Costa
Esta variante del español hablado en Ecuador es utilizada a lo largo de la región costeña del país y las planicies al oeste de la cordillera de los Andes en el país. La diferencia más notoria en este, es la aspiración de la letra s en la mayoría de las palabras, siendo muchas veces pronunciada como j.
Uno de los acentos más relevantes de la región es el de la ciudad de Guayaquil, la ciudad más grande del país. Por ser una urbe grande y al ser una urbe que a lo largo de su historia ha ido creciendo demográficamente gracias a la migración, en la misma urbe existen muchas diferencias dialectuales, principalmente asociadas a la clase social. Entre una misma clase social pueden existir diferencias dialectuales, dándose el ejemplo de la clase baja. Existe un grupo de personas que tienden a tener una entonación más parecida a la de un campesino costeño, mientras que otro grupo de personas tienden a tener una entonación más fuerte, siendo la letra s pronunciada numerosas veces como /sh/. Las clases altas de la ciudad tienden a tener una entonación más suave que las clases bajas, así también son utilizados muchos modismos y palabras adoptadas del idioma inglés.
Fuera de la ciudad de Guayaquil, en todas las provincias de la costa (con excepción de la provincia de Esmeraldas) se tiende a hablar un mismo dialecto con ligeras variaciones locales. Una variante importante es el dialecto hablado por los montubios (campesinos de la costa ecuatoriana), los cuales tienden a acentuar la primera sílaba de la mayoría de las palabras.
El acento costeño ecuatoriano tiene otra notoria variante, la de Esmeraldas, muy diferente a la del resto de la región, cuyo dialecto se asemeja mucho al de región costeña fronteriza con Colombia. Debido a que esta región tiene una mayoría de habitanes afrodescendientes, este dialecto tiende a ser un poco más fuerte. Del lado del perfil costanero sudamericano el ámbito ecuatoriano por su neutralidad en los dialectos de la costa rigen y fijan la transición tonal de la lengua castellana en versión latinoamericana que se expande geográficamente desde la semigravedad caribeña y la mesoamericana – ya que la gravedad concreta la poseen las variantes del castellano peninsular o europeo- hacia la dirección subcontinental norte, conectandose este eje idiomático ecuatorial con la intensiva agudeza de las tonalidades peruanas, chilenas y argentinas, lo que convierte al grupo de dialectos costeños en el foco fonemático de transición posicional que actúa como distinguidor del cambio tonal-acentual producido en las restantes hablas nacionales con dirección al sur que se llaman dejos distintivos. Mientras que desde las vertientes de los dialectos andinos comprende la fijación de otro tipo de diferenciaciones que mantienen una posición tonal arraigada en la postura histórica de los modismos nativos, determinado aquello por la propagación de los mayores imperios de organización política que estuvieron pretéritos a la llegadas de los europeos.

El caso de Manabí

En el caso de la provincia de Manabí, originalmente uno de los primeros territorios abordados en los iniciales años de la conquista del Reino de Quito se hizo posible la mixtura de un lenguaje cuya refiltración constante y variante en el acento se perennizó para no definir un dejo, deje o habla acentuado; orginandose este dialecto con indicios históricos hallados en la creación de la antigua Tenencia de Puerto Viejo, pues de comprobación se deduce que durante la perduración del Corregimiento de Guayaquil los llamados naturales de la costa por la calidez húmeda tenían una dispar tonalidad del habla a los de la sierra. Estos arraigos históricos dieron como resultado la consistencia lingüística de una neutralidad frágil y destruible percibida así principalmente en tiempos actuales, por la injerencia de acentos marcadamente cercanos y foráneos, pues se haya considerado por hoy el dialecto más neutro del ámbito lingüístico ecuatorial (catalogado como de aspecto fonético dulce y ciertamente crudo o franco en relación a las otras variantes ecuatoriales); porque incluso el esquema y / o estructura fonética en la pronunciación no es muy distinguible con la presencia de los acentos y tildaciones fijas en las sílabas; además generalmente se halla identificado el uso de palabras referenciales cuyo primitivo origen arábigo-andaluz fue de poco siendo apropiado por la etnia montubia y estando definitivamente ligados al medio de la vida bucólica o campestre. Esto hace posible la caracterización personificada de un dialecto de ramificaciones particulares propiamente de conyuntura racial mestiza, cuya fusión de mezclas la componen los orígenes vasco y andaluz de los apellidos manabitas reconocidos, a pesar de que también es existente la presencia de la aportación indígena de la Cultura Manteña con diversidad de apellidaciones y modismos autóctonos que no han sido bien estudiados en su origen. Entre las principales características del dialecto manaba tenemos las siguientes:
  • Se suele confundir la tildación de las palabras esdrújulas con las graves al pronunciarlas.
  • Según la rapidez de la pronunciación se agudizan o se apagan las eses (S) en el número de palabras plurales a consecuencia de la neutralidad fonética. Ejemplo: Vámonos cuando se pronuncia muy rápido o pausado se escucha como Vamono (sin la ese) o Vá-mono con tildarción errada como si fuera palabra grave y estuviera separada por silabas alejadas en dos palabras distintas.
  • Se acortan o reducen algunas consonantes como si estuviere aminorados los fonemas en un tiempo de mayor diferenciación. Ejemplo: Ocurre exclusivamente con la M o la N, cuyas estructuras fonéticas son repetitivas en un un medio de tiempo (1/2) menos antecedediendo el tiempo del fonema inicial pronunciado. Así la eme o la ene se repiten medio tiempo menos del sonido producido al inicio en manera consecuente. Esto explica quizás la presencia de estos fonemas en las culturas aborígenes de Manabí, lo cual no es comprobable aún, pero verificable principalmente en la franja costera y el llano periferico de la campiña.
  • Curiosamente el tratamiento de la comunicación se precipita con mayor confianza a dar énfasis en frecuentar el uso de sustantivos diminutivos en la forma del habla y no escrita, o por su parte se disminuye la dicha morfología fonética como ocurre con los adjetivos. Ejemplo: de Negra , como Negrita. De Colorada, como Coloradita. Esta conjugación fonética se extiende al verbo que hace que pierda el sentido de las tildes con las palabras esdrújulas en comparación a las graves, dando como producto la escucha de un sentido neutral que forma el dialecto; cuasi tendiéndose a perderse el acento total de la palabra de esta manera.
  • Como en muchos dialectos de las morfologías lingüísticas latinoamericanas se ausenta la distinción de la V o de la B al pronunciarlas, como también ocurre con la Z y la S.
  • En la contemporaneidad vigente se suele reducir el llamado tratamiento publico o silenciosamente privado que se hace o dirige hacia una persona (el alguien) en singular con el oye delicadamente agudo; el cual equivale al similar oche que ha tendido a relacionarse en tonalidad afeminada, y que reducido de esta manera al amigable oe se percibe un fonema mucho más grave y relacionado en tonalidad de pronunciación masculina, pero con enfasís confianzudo, grotesco y anacronico para quienes no aceptan las abreviaciones interpretadas como vulgarismos. Esta última usanza dialéctica es común entre los jóvenes y las personas de fuerte laso referencial de amistad o familiar.
  • Conservación tangible en la diversidad de vocabularios a manera de tratamiento personal con el castellano antiguo de finales del siglo XVI, que principalmente se relacionan a los objetos comunes de uso. Ejemplo: Aljibe, Ilustre, Doña, Don, etc. Este tipo de vocabulario coloquial se enfoca en proveer nombres o calificativos tratamiento a la gente adulta o personas desconocidas. Entre mayor relación con el medio bucolico exista, mucho más intensa es la riqueza del vocabulario acumulado.
  • El reconocido tratamiento de llamado que reside exclusivamente alrededor de la palabra mande, (posiblemente deriva de las mandas montubias o de los mandatos y las ordenes dadas de los señores hacendados patrones a sus sirvientes y trabajadores) es muy común para dar a conocer la atención fija que tiene una persona hacia otra. Históricamente la depreciación de la cultura montubia ha estereotipado el uso de esta palabra que suele interpretarse en los espacios urbanos como inadecuada o insultante. Pero en la privacidad de la comunicación familiar prima su uso cuando los padres llaman o solicitan a sus hijos para disponer que se obedezca alguna orden, dando la tonalidad efusiva el signifcante de tratamiento motriz o expresión facial a modo cariño y cuando es grave demuestra desafecto o petición radical.
  • El llamado trato de tuteo y el de usted, llamado trato de señoreo, de señorear o doneo (derivación referencial del Don masculino y el Doña femenino). El primer tratamiento se asocia con la confianza familiar o amistosa, mientras que el segundo marca una distancia de respeto, edad, experiencia, jerarquía y hasta señoreaje de obediencia (tono de sumisión feudal). Depende también quién lo asocie pronunciar al comportamiento individual de cada persona, hallándose otra diferencia secundaria que suele abordarse el para las personas conocidas y el usted por el contrario para las desconocidas.
  • Los sustantivos aumentativos cuyas terminaciones suelen ser en ísimo (a), sísimo (a), con los ismos, o en las terminaciones exagerativas ón (ona), son contrarios a la costumbre de colocar modismos ortográficos y abreviaciones propias de la comunicación de la lengua castellana actual, con tendencia a exagerar la situación vivencial del algo o el alguien referencial. Así por ejemplo es muy típico en este lenguaje oír la pronunciación de palabras que suenan a halagos o sublimaciones interpersonales, lo cual es tomado como exceso de confianza o manera de atrevimiento e imprudencia lingüística, hasta entender el logro de cortesías extremadamente redundantes, aunque la sencillez contemporanea tiende a que se pierda estas manera de calificar el uso de palabras durante la conversación. Ejemplo: de Bella, Bellísima y Bellisísima. De Fuerte, Fuertón, Fuertísimo, Fuertisísimo (Lo esto muy vinculado con el habla montubio). De tostado, deriva en Tuestado y surgen Tuestao, Tuestado o Tuesto, Tuestadísimo, Tuestadisísimo y hasta en verbo como Tostar. Asimismo vuelve a la conjugación inicial como Tostadísimo y sus variantes. Todo esto es simplemente el resultado de palabras preocupadas por conjugar del relativo de tostado que viene del verbo tostar(La conjugación de los pronombres de esta última palabra es muy confuso a nivel jurisdiccional).Otro ejemplo es de Pocillo, con illo, de Loquilla, con illa y de Locario, con rio, a modo de indicar pequeñez fisica o grandeza en la exageración de un comportamiento.
  • Concreto uso de sinónimos en palabras que significan una sola cosa pero que se relacionan con un ámbito o ambiente distinto. Relativos de la palabra revisar y coger tales como: Adentrar, Apañar, Aguaitar, Tantear. Así por ejemplo Adentrar es colocarse o meterse abajo, encima o en medio de algo. Apañar es recoger cualquier cuerpo o ente caído y visto. Aguaitar es revisar algo relacionado con los animales y la flora en lo lejano. Tantear es usual para el uso de sucesos o acontecimientos precipitados dentro del espacio de la casa o de las huertas y cultivos adyacentes a éstas, además es una pesquisa cometida con un fin determinado. Aventar, se entiende como echar o atrever.
  • La compra o venta de ciertos productos y bastimentos en su pronunciación corresponden a nombres cuyo sistema de medidas es netamente originaria de las equivalencias y significados de las Antiguas medidas españolas o de procedencia castellana, principalmente los adoptados desde la crisis del siglo XVII.
  • El medio social de abolengo que habita la campiña y que ostenta la posesión de terrenos vastos, suele incluir expresiones alusivas de cultas en la etiqueta del tratamiento típico de la colonia; usando ciertos vocabularios que reseñan el adulador, caballerezco y nobiliario comportamiento señoritista castellano-andaluz del Siglo de Oro Español.
  • Actualmente es notoria la imprecisión de lo contable y no contable que de adopta como simplismo idomático en el vocabulario urbano y de rural circunstancia sin desarrollo comercial elevado; pues existen carácteres aplicados en el lenguaje coloquial. Ejemplo: Comprar una Agua, sin especificar a la o las botella(s) de agua. Aguaitar el Ají, sin referirse a coger los ajíes de la mata, en persona plural, por lo que sucede una extensiva confusión notoria entre el número de sustantivos existentes, que no especifican cantidades ni lugares o características físicas exactas muchas veces.
  • En el habla montubia de antaño trasciende un desface ortografico y lingüistico entre la pronunciacion de palabras cuyas caracteristicas por un lado tienden a conjugar dos consonantes en una sola palabra velozmente sin rescatar el desliz de la lengua: Así por ejemplo del verbo Pasar en Tiempo Presente es Pasja o Pajsa, de lo cual la letra intrusa del desfase apenas se pronuncia en un tiempo fonemático inferior a la mitad de la conjugación plena asociada a cualquier otra vocal. Y por el otro ambito es vinculante la manera de reducirse con la mitad de su composicion terminal: As'i por ejemplo; Compa; por Compañero o Campadre. Aplicado esto en el coloquio bucolico solamente.

Andes

En el altiplano ecuatoriano suele hablarse una variante del español que muchos extranjeros suelen comparar con la del español chilango mexicano. En esta región encontramos cuatro principales variantes, siendo estas el español pastuso, el español andino central, el morlaco y el lojano. El español hablado en los Andes ecuatorianos tiende a tener muchos modismos tomados del idioma kichwa, idioma de los indígenas nativos de esta región. Palabras como "ñaño/a" o "taita" son utilizadas por personas de cualquier etnia o clase social en esta área. El voseo es muy común en esta parte del país, usado sólo para conversaciones informales entre amigos o familiares.
En el Carchi, provincia andina fronteriza con Colombia se habla una variación muy especial, semejante a la del departamento colombiano de Nariño. Desde la provincia de Imbabura, hasta la provincia de Chimborazo se habla una misma variante que a su vez varia de acuerdo a la clase social y etnia de la persona. Dentro de esta región, una gran variante es encontrada dentro del valle del Chota en la provincia de Imbabura, valle habitado por afrodescendientes. Este dialecto es diferente al común dialecto andino, pero a su vez diferente del dialecto hablado por los afrodescendientes esmeraldeños en la costa.
En las provincias de Cañar y Azuay se habla una variante bastante peculiar, el dialecto "morlaco". Este se caracteriza por su "cantado" o entonación característica de la zona, siendo muchas sílabas acentuadas en otras no correspondientes. Así mismo, la letra "r" tiende a ser muy arrastrada, sonando más como una "sh". Así mismo, esta zona tiene muchos modismos propios sólo utilizados en esta zona, como la palabra "gara". La provincia de Loja también tiene su variante, con una entonación bastante neutral.

Amazonía

En la región amazónica del país se habla una variante del español parecida al dialecto andino ecuatoriano. En el norte tiene influencia de los quijos, ellos tutean y conjugan el verbo en usted.

 Islas Galápagos

En las islas Galápagos se habla un dialecto sumamente parecido al de la costa del Ecuador continental. No se presentan grandes variaciones de importancia, al ser esta una región poco habitada en comparación al resto de regiones del país.
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